Entre capitulo y capitulo de lecturas, se asoman pensamientos rebeldes mientras más afloja mi deber más aquel inconsciente me entretiene con cosas que afloran y se mantiene fija una frase (de la lectura hostigosa) “(…) el alma del sabio apenas puede perturbarse. Poseyendo por una especie de necesidad eterna la conciencia de si mismo y de Dios y de las cosas, no deja nunca de ser, y la verdadera paz del alma la posee para siempre.”
La sabiduría da paz al alma da respuestas claras a la maldita pregunta da seguridad sobre el mundo. En la sabiduría, este señor, encuentra un sentido. Sobre esto me asombro, mi claro complejo de superioridad… pues al contrario de ese individuo saber lo único que produce en mi alma es perturbación es angustia y desventura. Al presenciar las grandes mentiras tradición, razón y otras que ni mención se merecen, no queda en mi más que la desesperanza (y las ganas de escribir un buen drama) Dudar del sentido, intuición sobre intuición ¿será tan solo unos estructura de la mente? Me dice un geniecillo maligno, (lo siento tu me lo enseñaste así…) me doy cuenta del delirio humano en el que caigo; será aquel deliro prueba de algo me refutaran algunos… mentiras a cada paso, a cada pensamiento. Solo me queda voluntad y unos ojos verdes, lo uno siempre será mi eterno retorno, solo espero que lo otro no sea una mentira más…
